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El Negro - un cuento de Rosa Montero

Cuento: El Negro ¡¡¡ Rosa Montero
(Un envío de Paco desde Madrid)
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Toda una leccion!!!!!!!!
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La prestigiosa escritora española Rosa Montero publicó en su columna una anécdota refrescante y conmovedora sobre la convivencia entre extranjeros y los nacionales de un país. El artículo titulado 'El negro' ha causado gran conmoción entre la población inmigrante de España.
Jueves 12 Enero 2012
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El negro...
Una historia de apenas tres párrafos se convirtió en el artículo más leído del periódico el País de España, en su página de internet. Son líneas conmovedoras sobre la inmigración, uno de los temas más delicados y que mayor preocupación genera entre los ciudadanos europeos. La anécdota que cuenta Rosa Montero es uno de los temas más comentados en redes sociales y considerada por el escritor brasilero Paulo Coelho como lectura obligada.Este es el mensaje:

'El negro’
Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.
De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta.
Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos".
" Hay algunos tontos que todavía creen que los indígenas son de otro país..."

Y recordemos que la gallardía no está en el color de la piel………………

Rosa Montero


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Sabiduría espiritual tibetana en nuestros días


Tulku Lama Lobsang. Médico tibetano. Viaja por todo el mundo impartiendo sus enseñanzas de medicina, psicología y astrología, y curando con las manos y la mirada.

Cuando un paciente viene a su consulta, ¿cómo descubre cuál es su enfermedad?
-Mirando cómo se mueve, su postura, la forma de mirar.
No hace falta que me hable ni me explique qué le pasa.
Un doctor de medicina tibetana experimentado, solo con que el paciente se le acerque a unos 10 metros, puede saber qué dolencia sufre.

-Pero también escucha los pulsos.
-Así obtengo la información que necesito de la salud del enfermo.
Con la lectura del ritmo de los pulsos se pueden diagnosticar un 95% de las enfermedades, incluso psicológicas.
La información que dan es rigurosa como la de un ordenador. Pero leerlos requiere mucha experiencia.

-Y después, ¿cómo cura?
-Con las manos, la mirada, y preparados de plantas y minerales.

-Según la medicina tibetana, ¿cuál es el origen de las enfermedades?
-Nuestra ignorancia.

-Pues perdone la mía, pero, ¿qué entiende usted por ignorancia?
-No saber que no sabes.
No ver con claridad. Cuando ves con claridad, no tienes que pensar. Cuando no ves claramente, pones en marcha el pensamiento. Y cuanto más pensamos, más ignorantes somos y más confusión creamos.

-¿Cómo puedo serlo menos?
-Le daré un método muy simple: practicando la compasión. Es la manera más fácil de reducir tus pensamientos. Y el amor. Si quieres a una persona de verdad, es decir, si no la quieres solo para ti, aumenta tu compasión.

-¿Qué problemas ve en Occidente?
-El miedo. El miedo es el asesino del corazón humano.

-¿Por qué?
-Porque con miedo es imposible ser feliz, y hacer felices a los otros.

-¿Cómo afrontar el miedo?
-Con aceptación. El miedo es resistencia a lo desconocido.

-Y como médico, ¿en qué parte del cuerpo ve más problemas?
-En la columna, en la parte baja de la columna: Se sientan demasiado tiempo en la misma postura. Vitalmente, tienes demasiada rigidez.

-Tenemos muchos problemas.
-Creemos que tenemos muchos problemas, pero en realidad nuestro problema es que no los tenemos.

-¿Qué quiere decir?
-Que nos hemos acostumbrado a un nivel de necesidades básicas cubiertas, de modo que cualquier pequeña contrariedad nos parece un problema. Entonces, activamos la mente y empezamos a darle vueltas y más vueltas sin solucionarlo.

-¿Alguna recomendación?
-Si el problema tiene solución, ya no es un problema. Si no, tampoco.

-¿Y para el estrés?
-Para evitarlo, lo mejor es estar loco.

-¿...?
-Es una broma. No, no tan broma. Me refiero a ser o parecer normal por fuera, y por dentro estar loco: es la mejor manera de vivir.

-¿Qué relación tiene usted con su mente?
-Soy una persona normal, o sea que a menudo pienso. Pero tengo entrenada la mente. Eso quiere decir que no sigo a mis pensamientos. Ellos vienen, pero no afectan ni a mi mente ni a mi corazón.

-Usted se ríe a menudo.
-Cuando alguien ríe, nos abre su corazón. Si no abres tu corazón, es imposible tener sentido del humor. Cuando reímos, todo es claro. Es el lenguaje más poderoso: nos conecta a unos con otros directamente.

-También acaba de editar una serie de Mantras con una base electrónica, para el público occidental.
-La música, los Mantras y la energía del cuerpo son lo mismo. Como la risa, la música es un gran canal para conectar con el otro. A través de ella, podemos abrirnos y transformarnos: así la usamos en nuestra tradición.

-¿Qué le gustaría ser de mayor?
-Me gustaría estar preparado para la muerte.

-¿Y nada más?
-El resto no importa. La muerte es lo más importante de la vida. Creo que ya estoy preparado. Pero antes de la muerte, debemos ocuparnos de la vida. Cada momento es único. Si damos sentido a nuestra vida, llegaremos a la muerte con paz interior.

-Aquí vivimos de espaldas a la muerte.
-Mantenéis la muerte en secreto. Hasta que llegará un día de vuestra vida en que ya no será un secreto: no os podréis esconder.

-Y la vida, ¿qué sentido tiene?
-La vida tiene sentido, y no. Depende de quién seas. Si realmente vives tu vida, entonces la vida tiene sentido. Todos tenemos vida, pero no todo el mundo la vive. Todos tenemos derecho a ser felices, pero tenemos que ejercer ese derecho. Si no, la vida no tiene sentido.


(Un envío de Paco desde Madrid)
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